En nuestra sociedad bastante caracterizada por la agitación, la presión, el estrés y la angustia, actividades u oportunidades como el descanso, el esparcimiento y la recreación (también llamados ocio o tiempo libre), no forman parte de las prioridades de muchas personas. Para algunos el trabajo se vuelve su actividad principal, y descuidan el valor de su propia salud, la integración con la familia, y la utilización del tiempo libre en actividades recreativas sanas.
La recreación es una dimensión de la vida a la que cada vez más se le reconoce su importancia, sobre todo en un mundo donde también necesitamos cada vez más espacios para la vivencia de significados asociados con nuestra realización física, mental, emocional y espiritual. La recreación es uno de esos espacios.
Tener vacaciones no es sinónimo de no hacer nada, más bien es, un tiempo para cambiar de actividades, ojalá a unas placenteras y alegres.Preparar los días de descanso puede ser un motivo de mucha felicidad para la familia, hay estudios que demuestran claramente que las personas gozan más en la preparación y en la planeación que en las propias vacaciones.
La ventaja de las zonas personalizadas está en que “los pequeños son más independientes, tienen más autonomía, saben que en cada espacio encuentran el material que requieren para una actividad y no solo se apropian de su salón de clases, con tanta variedad, los niños también disfrutan del conocimiento y de la experiencia de más maestros. Además, saben que los espacios son de todos y necesitan cuidarlos”...
Entrevistamos a la profesora Beatriz Caba, titular de la ONG IPA Argentina. "El juego dirigido nunca es lo que un niño elige", dice y asegura que en muchas propuestas adultas prevalecen los intereses de los mayores por sobre los de los niños y que a veces preferimos que el niño no se ensucie, no moleste, no haga ruido, que esté quieto, eso no lo ayuda ni habilita todos los beneficios que el juego genera.