Usualmente mientras Fabio realiza las tareas del colegio le coloco música, y aunque sólo es instrumental utilizo diferentes tipos de géneros como reggae, clásica, new age, jazz, etc. Hoy que estudiaba matemáticas, de fondo se escuchaba una sonata de Vivaldi y me pregunté cómo exactamente influye la música en el aprendizaje de los niños.
La influencia de la música es conocida desde tiempos inmemorables. La música tiene un gran poder, además de ofrecer una experiencia placentera de aprendizaje, estimula la imaginación y la creatividad en los niños.
Recientes investigaciones demuestran que la música también contribuye al desarrollo saludable de los pequeños porque les crea un ambiente rico que fomenta la autoestima y el desarrollo social, emocional e intelectual, fortaleciendo sus capacidades para establecer relaciones fuertes y sanas con otras personas. Los ayuda a desarrollar las destrezas del intelecto como la imaginación, la memoria, la atención, la comprensión de conceptos, etc.
El efecto Mozart es uno de los temas sobre educación que más llama la atención de maestros y padres. Es una teoría producto de la investigación de los doctores Francis Rauscher y Gordon Shaw; se basa en los estímulos cerebrales que se dan en un individuo al escuchar ciertas obras del ya citado autor, las cuales poseen cualidades muy particulares que las distinguen, pues los ritmos, melodías, métrica, tono, timbre y frecuencias estimulan el cerebro, especialmente en aquellas zonas relacionadas con el hemisferio derecho (función espacio-temporal). La música provoca vibraciones cognitivas y emotivas que desembocan en el campo de la conducta de los niños e inciden directamente sobre la concentración, la atención y la memoria, fundamentales en el proceso de aprendizaje.
María Alejandra Tinoco, lleva 8 años en el campo de la educación y su experiencia con la música como docente de aula de niños en edad escolar ha sido completamente satisfactoria. “Durante los últimos años he hecho uso de la música como una herramienta en pro del proceso de la enseñanza, los niños que han sido estimulados a través de la música han fortalecido todas sus áreas de desarrollo. Hubo aumento en los niveles de concentración, motivación, cooperación e incluso mejoró su conducta.”
Tinoco afirma que llega un momento en que los mismos niños piden que les coloquen música. “Mi sugerencia es que no solo la música clásica sea utilizada como estímulo, sino que se saque provecho y se integren diferentes ritmos y/o tipos de música dentro del aula como estrategias para reforzar el aprendizaje”.
Por su parte el maestro Eduardo Marturet, director de la Orquesta Sinfónica de Miami, opina que “Para los niños es fundamental crecer en un ambiente que desarrolle un balance entre los dos hemisferios del cerebro. La música estimula la actividad del hemisferio derecho responsable de procesar la información de manera holística y global. Es intuitivo en vez de lógico, no analiza la información sino que la sintetiza.”
Incorporar música en las actividades diarias de nuestros hijos les servirá como vehículo para el desarrollo integral. Las investigaciones demuestran que el género de la música no importa, sino que es la complejidad a que provoca el aumento en la actividad cerebral. Al colocarles música clásica, pop, jazz, blues o cualquier otro género, estimulamos beneficiosamente el cerebro de los niños.
Sin música la vida sería un error. Friedrich Nietzsche (1844-1900) Filósofo Alemán.
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