Ser alegre y optimista puede reducir grandemente el riesgo de sufrir de problemas cardiacos, según un estudio reciente.
"Si uno es alegre por naturaleza y ve el lado bueno de las cosas, es más probable que esté protegido de los eventos cardiacos", afirmó en un comunicado de prensa de la Universidad de Johns Hopkins la líder del estudio, Lisa Yanek, profesora asistente de medicina interna general en la Facultad de Medicina de la universidad. "Un temperamento más alegre tiene un efecto real sobre la enfermedad, y como resultado quizás uno sea más sano".
Yanek y colegas examinaron datos de más de 7,400 estadounidenses, y hallaron que ser alegre, relajado, energético y estar satisfecho con la vida reducía el riesgo de ataque cardiaco, muerte cardiaca súbita y otros problemas graves del corazón en hasta un 50 por ciento.
Los mecanismos subyacentes al efecto protector de ser optimista y positivo no están claros, apuntó Yanek. El estudio aparece en una edición reciente de la revista American Journal of Cardiology. Investigaciones anteriores han mostrado que las personas deprimidas y ansiosas son más propensas a sufrir ataques cardiacos y a morir de ellos que las personas con personalidades más alegres.
Aunque el estudio halló una asociación entre el optimismo y un menor riesgo de problemas cardiacos, no estableció causalidad, Yanek anotó que las personas con personalidades alegres tienden a nacer así, y para la gente cambiar el temperamento no resulta fácil.
Se ha sugerido que las personas que tienen una disposición alegre también son más propensas a cuidarse mejor y a tener más energía para hacerlo. Sin embargo, Yanek dijo que su investigación muestra que las personas optimistas seguían teniendo muchos factores de riesgo para las enfermedades cardiacas, pero tenían menos eventos cardiacos graves.
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